Tendencias en ciberseguridad 2025: los retos que definirán el futuro tecnológico
El desarrollo acelerado de la IA genera también debates sobre su regulación
TECNOLOGÍA


El panorama de la ciberseguridad se transforma rápidamente, y 2025 promete ser un año crucial para enfrentar desafíos emergentes. Según el equipo de investigación de ESET Latinoamérica, los avances en tecnologías como la IA generativa y el crecimiento de los sistemas de tecnología operativa (OT) plantearán retos sin precedentes que exigirán respuestas rápidas e innovadoras.
El impacto de la inteligencia artificial generativa
La IA generativa, capaz de crear contenido como textos, imágenes y hasta código, se ha convertido en una herramienta clave para la industria, pero también para los ciberdelincuentes. Desde deepfakes hasta campañas de phishing perfeccionadas, esta tecnología es utilizada para automatizar y optimizar ataques cibernéticos, incluso por actores menos experimentados.
Recientes informes, como el publicado por OpenAI, destacan cómo grupos de amenazas persistentes avanzadas (APT) están empleando esta tecnología para tareas como el debugging de malware, investigación de vulnerabilidades y manipulación de datos. Según ESET, para 2025 se espera que estas tácticas evolucionen, integrando la IA generativa con tecnologías como la realidad virtual y algoritmos de código abierto.
Regulaciones y ética en la era de la IA
El desarrollo acelerado de la IA genera también debates sobre su regulación. ¿Quién responde por los daños causados por un algoritmo? ¿Cómo garantizar la transparencia y la ética en su uso? Aunque iniciativas como el Acta de IA de la Unión Europea ya abordan estas cuestiones, regiones como Latinoamérica aún enfrentan desafíos significativos en la creación de marcos legales sólidos.
ESET anticipa que en 2025 veremos avances hacia regulaciones más estrictas, con énfasis en la explicabilidad de las decisiones algorítmicas y la privacidad de los datos. Además, será crucial promover la cooperación internacional para afrontar problemas globales asociados al mal uso de esta tecnología.
Tecnología operativa: un objetivo estratégico
Los sistemas OT, fundamentales en sectores como energía, manufactura y agua, están cada vez más conectados y, por ende, más vulnerables a ciberataques. Ataques recientes han demostrado su potencial destructivo, como el caso de Industroyer en Ucrania, que afectó gravemente su red eléctrica.
En 2025, la protección de infraestructuras críticas será prioritaria. Las organizaciones deberán implementar medidas de ciberseguridad más robustas para prevenir que estas tecnologías sean explotadas por grupos malintencionados.
Un futuro de desafíos y oportunidades
El 2025 será un año definitorio para la ciberseguridad, marcado por el uso intensivo de tecnologías avanzadas tanto por parte de los defensores como de los atacantes. La colaboración global, el fortalecimiento de sistemas de defensa y la adopción de marcos legales innovadores serán esenciales para navegar este complejo panorama.
Como señala Fabiana Ramírez Cuenca, de ESET Latinoamérica: “La clave estará en adaptarse rápidamente, reforzar la ciberseguridad en sistemas críticos y equilibrar los beneficios de las nuevas tecnologías con una regulación ética y efectiva”.

