El poder de imaginar: ¿Por qué todos deberíamos jugar juegos de rol?

Zalema se levanta con dificultad tras un golpe brutal. Arthos corre a asistirla con su magia curativa. Mientras tanto, Sir Sentian bloquea los ataques del dragón, esperando el momento justo para que Luxia, la hechicera, lance el hechizo final. Con un estallido de luz celeste, la criatura cae derrotada. Triunfo... pero apenas comienza la verdadera aventura.

Escenas como esta no pertenecen a una película ni a una serie de televisión. Surgen de una mesa, dados, lápiz, papel y mucha imaginación. Así comienza una típica partida de juego de rol, y sí, es tan emocionante como suena.

Soy de los que piensan que todo amante de la fantasía, los videojuegos, la estrategia o simplemente de una buena historia debería experimentar al menos una vez en su vida lo que significa jugar rol. No hay pantallas ni botones, solo personas que se reúnen para contar juntos una historia, enfrentando retos y tomando decisiones que marcan el rumbo de la partida. Y ahí está la magia, no hay límites.

En un mundo de rol, usted puede ser quien quiera. Un enano que busca reliquias perdidas, una hobbit ladrona con sed de aventuras, o un mago atormentado por su pasado. Las historias se construyen entre todos, y cada acción tiene consecuencias. ¿Negociar con los enemigos? ¿Encabezar una defensa épica del pueblo? ¿Aprovechar el caos para robar una carreta? Todo vale si se lo imagina. No hay caminos predefinidos ni finales fijos. Usted crea el viaje.

Más allá del entretenimiento, los juegos de rol promueven habilidades que rara vez se asocian con los juegos de mesa: creatividad, resolución de problemas, empatía, comunicación y trabajo en equipo. Incluso la improvisación y el pensamiento estratégico se desarrollan con cada sesión.

Y aunque parezca un pasatiempo de nicho, la comunidad rolera en Costa Rica crece cada día. Existen tiendas y eventos con sesiones abiertas para principiantes, espacios donde cualquiera puede tomar los dados por primera vez y vivir una historia irrepetible.

Tal vez por eso, en un mundo saturado de consumo digital pasivo, el rol tiene un valor especial. Nos devuelve algo que hemos ido perdiendo: la capacidad de imaginar sin restricciones.

Así que si alguna vez soñó con ser un héroe, una hechicera o simplemente alguien que toma decisiones imposibles con sus amigos alrededor de una mesa, dése el permiso de jugar rol. Se sorprenderá de lo mucho que puede encontrar... dentro de una historia que usted mismo ayudó a crear.

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