“Depredador Tierras Salvajes”: un nuevo comienzo entre sombras y rugidos
La legendaria saga regresó con una historia visualmente imponente, pero marcada por un tono más ligero que reduce parte de su ferocidad original
CINE
El 6 de noviembre llegó a los cines “Depredador Tierras Salvajes”, dirigida por Dan Trachtenberg, una entrega que busca renovar el mito del cazador intergaláctico. La propuesta intenta equilibrar acción, introspección y espectáculo, pero en el proceso parece perder parte de la oscuridad y crudeza que durante décadas definieron a la franquicia.
La trama sigue a Dek, un Depredador desterrado que busca redimirse en un planeta salvaje. En su viaje se une a Thia, una androide de la corporación Weyland-Yutani, y juntos enfrentan a una criatura legendaria. La alianza, más emocional que violenta, marca un cambio de tono evidente: el honor y la supervivencia ceden espacio a una relación que busca empatía, incluso ternura, en medio del caos.


Visualmente, la película es un despliegue impresionante de efectos digitales y paisajes exóticos. Las secuencias de acción son precisas, pero entre los diálogos prolongados y un humor inesperadamente infantil, el suspenso se desvanece poco a poco. Lo que antes era tensión y peligro se convierte en momentos ligeros que parecen diseñados para suavizar el miedo, dejando atrás la brutalidad que hizo icónica a la saga.
Elle Fanning ofrece una actuación contenida y convincente, mientras que Dimitrius Schuster-Koloamatangi aporta fuerza y carisma. Sin embargo, ambos terminan atrapados entre el dramatismo y las pausas cómicas que interrumpen la intensidad. Ese contraste constante hace que el ritmo fluctúe, restando solidez a una historia que prometía ser más oscura y visceral.
En su intento por alcanzar a nuevas audiencias, “Depredador Tierras Salvajes” opta por un tono más accesible, pero también más seguro. El resultado es una cinta que luce grandiosa, suena poderosa y se siente ambiciosa, aunque deja la sensación de que el cazador más temido del cine ha cambiado su rugido por una sonrisa.


