Costa Rica lleva inteligencia artificial a la ONU para proteger ecosistemas marinos
Iniciativa nacional busca devolver miles de conchas marinas a su ecosistema original mediante tecnología de clasificación impulsada por IA
TECNOLOGÍA
Un proyecto desarrollado en Costa Rica para enfrentar la problemática de la extracción de conchas marinas por parte del turismo fue seleccionado como una de las tres iniciativas que representan al país en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre los Océanos (UNOC3), que se celebra este mes en Niza, Francia. Se trata de De Vuelta a Casa, una propuesta que aplica inteligencia artificial para clasificar conchas decomisadas en aeropuertos y devolverlas a su hábitat natural.
Cada año, las autoridades costarricenses decomisan alrededor de seis toneladas de conchas marinas en los aeropuertos, especialmente en el Juan Santamaría y el Aeropuerto Internacional de Guanacaste. Hasta hace poco, la falta de mecanismos para identificar su origen geográfico impedía su reinserción segura en el medio marino. El destino más común para estos restos era el entierro en fosas, perdiendo su valor ecológico.


La propuesta impulsada por el sector privado en colaboración con entidades académicas y públicas, entre ellas la Universidad de Costa Rica, AERIS (operador del aeropuerto Juan Santamaría) y el Sistema Nacional de Áreas de Conservación (SINAC), desarrolló una aplicación que utiliza inteligencia artificial para reconocer si una concha proviene del Caribe o del Pacífico costarricense. Entrenado con más de 18.000 imágenes, el sistema alcanza una precisión superior al 90%.
Con esta herramienta, el equipo de voluntariado ha logrado clasificar más de 70.000 conchas desde el inicio del proyecto. Tan solo en junio de 2025, durante la segunda jornada de recolección y clasificación, se procesaron más de 34.000 conchas con la participación de más de 200 personas. Las piezas identificadas se devuelven posteriormente a playas de ambas costas del país, donde cumplen funciones clave en el ecosistema marino como estabilizadoras de arena, refugio para otras especies y reguladoras del equilibrio químico del océano.


La herramienta de IA fue liberada como código abierto, con el objetivo de facilitar su uso en otros países que enfrenten situaciones similares. Según estimaciones preliminares, si esta tecnología se adopta en al menos 24 naciones, podría facilitar la devolución de conchas marinas a más de 100.000 playas a nivel global.
El proyecto ha sido destacado en la UNOC3 por su enfoque en soluciones tecnológicas, su modelo de colaboración público-privada y el potencial de replicabilidad a escala internacional. Además, promueve un nuevo paradigma en conservación marina que combina ciencia, participación ciudadana y cooperación institucional.
La siguiente etapa del proyecto contempla la clasificación de conchas decomisadas en el aeropuerto de Guanacaste y su posterior reintegración en zonas costeras del país. Con iniciativas como esta, Costa Rica refuerza su presencia en foros globales ambientales y demuestra el potencial de la tecnología aplicada a la restauración ecológica.